YO SOY GINA

Tengo más de 30 y desde que tengo memoria inicie una búsqueda de todo lo que no se puede ver, pero que si abres tu corazón lo puedes sentir con toda tu alma. Por muchos años viví apartada de lo que en realidad era y eso trajo a mi vida dolor. Me aparte de lo que me gustaba, de lo que me hacía feliz, por querer agradar, pertenecer y hacer feliz a otros. Por olvidarme de mi, vinieron las experiencias que en dolor me enseñaron que lo más importante soy yo. He llorado de felicidad y de dolor. Pero hoy sé, que, si no hubiera vivido cada cosa, cada experiencia, no podría ser lo que soy hoy.

Soy una mujer colombiana, profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales, con más de 8 años de experiencia en áreas administrativas. También he tenido la oportunidad de trabajar en temas de gestión de proyectos, responsabilidad social corporativa, políticas públicas, banca multilateral y cooperación internacional. Tuve la fortuna de llegar a un hogar que aunque no es perfecto, es maravilloso, unos padres imperfectos, pero perfectos para lo que mi alma buscaba aprender, hermanas con las que he podido compartir mi camino, que han estado ahí con un simple mensaje o llamada, sobrinos que me han ayudado a empoderarme en mis más grandes depresiones, para tomar las decisiones necesarias que me colocaran en un camino amoroso para mí, amigos que han sido ángeles mensajeros de la Divinidad, que me han ayudado a poner los pies en la tierra, para tener la fuerza y ver la realidad, ayudándome a transformarme.

​A pesar de que no soy de muchos amigos, nunca me he sentido sola. Ni siquiera cuando mi ser toco fondo y quiso quitarse la vida, porque pensaba que no valía nada, ni que no era suficiente para ser merecedora de cosas buenas por las decisiones que había tomado. Ni siquiera en ese instante me sentí sola, porque cuando tome la decisión de entrar en el mar y dejarme llevar por la corriente, la Divinidad no me dejo, el agua del mar en ese instante dejo de ser pesada y se volvió liviana, y a pesar de tres intentos, el mar no me llevo. Fue ahí que entendí que tenía dos opciones seguir intentado una vez más, o respirar, mirar al cielo y entender lo que me estaba diciendo Dios. Decidí lo segundo, decidí enfrentar lo que se venía por las decisiones tomadas y desde ese momento comenzó una carrera por volver a mi completamente. En esa búsqueda encontré muchos tesoros, conocí a muchas personas maravillosas que me enseñaron todo lo que se, que me enseñaron todas las herramientas espirituales que hoy quiero compartir contigo.

​Pensaras que este episodio fue mi mayor reto de vida hasta ahora...La verdad no. Por más de 3 años me volví codependiente de una expareja y en el afán de entender por qué había vivido esa experiencia y por qué había atraído a esa persona, que me volvió a recordar que lo más importante soy yo y que debo serme fiel a mí misma por sobre todas las cosas, en ese afán fue donde por fin descubrí quien era realmente y descubrí la Astrología de Orientación. ¡Fue un viaje directo al alma y al corazón...Wow qué gran viaje! Lágrimas, sanación, pero sobretodo, volver a mí misma. Este ha sido realmente mi viaje más poderoso. El que me ha permitido ser yo, sentir y tener balance en mi vida.

​El reiki, los ángeles, los cristales, los viajes espirituales, las terapias, meditaciones, me ayudaron a entender, aceptar, agradecer, liberar, soltar y volver a conectarme con eso invisible que le encanta a mi corazón, pero la astrología de orientación me permitió volverme a conectar con mis diferentes esencias, comprenderme, valorarme, escucharme e integrarme en totalidad y así fue como muchas preguntas quedaron resueltas y así mismo, salió la motivación para querer servir a los corazones de las personas que llegan a mí, escuchándolas, reconectándolas con lo que en realidad son y ayudándoles a ver su vida con ojos de amor. Así es como nació Gina Jiménez Carranza, Mentora Astrológica y Espiritual.